No pude evitar poner este juego al comienzo de mi lista de must-play games cuando lo encontré, porque adoro los videojuegos de terror y la portada de Corpse Party: Blood Covered - Repeated Fear era simplemente demasiado llamativa. Pero no esperaba mucho, quiero decir, ¿qué podría ofrecer de interesante un juego titulado Corpse Party?

Lo primero que encontré al iniciarlo fue esto:

Fuente

Un juego basado en sprites, con gráficos propios de 16-bit. Fue un alivio no haberme dejado llevar por las apariencias, porque Corpse Party resultó ser un excelente juego.

En la historia, un grupo de estudiantes que se reunen después de clases son misteriosamente transportados a una escuela que existió en otro tiempo en ese mismo lugar, y que fue derrumbada debido a varios asesinatos y desapariciones sucedidas dentro de sus muros. Separados en grupos más pequeños y sin tener idea de lo que acaba de ocurrir, los estudiantes deben encontrar la forma de salir de ese lugar.

Corpse Party es mayoritariamente una novela visual, por lo que nos vamos a pasar más tiempo leyendo que jugando, propiamente dicho. Sin embargo, es fuerte por los dos lados: los diálogos y el desarrollo de la historia son muy buenos, la actuación de las voces no tiene precio, los personajes tienen diferentes personalidades (todos interesantes en su propia forma de ser), lo que ayuda mucha a la hora de sentir empatía por ellos; y por otro lado, las escenas de juego son muy entretenidas y bastante variadas (aunque en general nos dedicamos a explorar, existen varias misiones únicas en donde tenemos que huir, resolver puzzles, etc.)

Mientras exploramos la escuela iremos encontrando cadáveres de las personas que anteriormente quedaron atrapadas en ella, junto con notas que nos darán pistas sobre la historia del lugar, o simplemente nos ilustrarán sobre cómo sus víctimas se volvieron locas y sobre la lenta y agonizante muerte que sufrieron después.

La historia se divide en 5 capítulos, cada uno de los cuales cuenta con cierta cantidad de finales desbloqueables, y de todos ellos sólo uno te permitirá avanzar al episodio siguiente. Decisiones tan triviales como leer todas las notas de un cuaderno, entrar a una habitación o contestarle a un personaje pueden llevar, inmediata o eventualmente, a un mal final. Muchos de estos wrong ends son largos y elaborados, y en general nos ofrecen una descripción oscura y detallada de nuestro proceso de muerte.

Los puntos donde podemos guardar el juego son escasos, y los slots disponibles para guardar partidas, limitados. Tener que volver a ver varias presentaciones y apretar un botón cientos de veces para pasar rápido los diálogos que ya leímos cada vez que morimos en el juego, hace que realmente te preocupes por qué acción estás a punto de realizar. (Sobretodo dado que es posible que después de 2 horas de juego en un capítulo tengas que rehacerlo todo porque lo que te llevó al wrong end fue una decisión que tomaste en los primeros 5 minutos del episodio.)

Jugar Corpse Party en la oscuridad, solo, con los auriculares puestos (eso es un must) puede cambiar tu visión del poder de una buena narración por sobre gráficos tan simples. Es un juego muy recomendable para los amantes del terror japonés, y si bien se vale principalmente de nuestra imaginación para afectarnos, no tiene reservas a la hora de mostrar imágenes morbosas para los que quieran algo más gráfico.